El pasado 18 de junio, mis compañeros del IES UNO me sorprendieron y emocionaron al descubrir una placa con mi nombre en la entrada de la biblioteca del centro por todos los años de trabajo que le he dedicado desde mi llegada al instituto en el curso 2005-06.
Verdaderamente, he disfrutado mucho contribuyendo a la mejora de nuestra biblioteca y al fomento de la lectura. Tenemos en el IES UNO una magnífica biblioteca y un tesoro bibliográfico de mucho interés en sus archivos.
Pero no puedo olvidar a las numerosas personas que han trabajado conmigo en esta labor, y a otras muchas que lo hicieron antes de llegar yo, hace ya dieciséis cursos. En especial, quiero recordar a la compañera Paloma Martí que fue la que inició esta nueva etapa y con la que empecé a colaborar para informatizar y organizar los fondos; adquirir nuevos ejemplares, sobre todo, para el alumnado de 1º y 2º de ESO que se incorporaba entonces a los institutos, y para darle vida a esa biblioteca, que en aquellos momentos no estaba pasando por su mejor época. Su traslado a Valencia interrumpió nuestro trabajo en equipo y desde entonces yo me quedé al frente y, con la ayuda de muchos de mis compañeros, intentamos seguir en esa línea. También los equipos directivos con los que he coincidido, con Paco Armero y Juan Ramón Serrano como directores, han trabajado duro y se han implicado en la ampliación de los fondos, en la mejora de las instalaciones y en la previsión en la organización del centro para que pudiera ser atendida por el profesorado durante prácticamente toda la jornada lectiva. Sin ellos no habría sido posible. Quiero recordar, en especial, a Mª Amparo Rehués, a Amparo Sáez y a Eugeni Serrano por su entusiasmo y sus geniales ideas en la organización de actividades para fomentar la lectura desde la bibloteca; así como a Carlos García por su inestimable ayuda técnica e informática.
Por otra parte, echo la vista atrás y reviso nuestro Blog de la Biblioteca y recuerdo todas las actividades que hemos llevado a cabo en ella con tantos y tantos compañeros y alumnos (disculpad que no os nombre porque sería una lista muy larga y seguro me dejaría a alguno) que se han implicado y que tanto han aportado a la vida de nuestro instituto.
Ahora que ya me he jubilado me siento orgullosa y afortunada por todo lo que he vivido en este centro, todos los proyectos en los que he participado junto a fantásticos equipos docentes y alumnado, y que me han permitido aprender tanto y que han contribuido a enriquecer la vida cultural del IES UNO: El llanto de la guitarra, Cabrielistas, Lip dub por el 85º aniversario del instituto, numerosos recitales, entregas de premios de Cal y Sarmiento, Semanas de Proyectos, Semanas culturales, puesta en marcha de la web del instituto, los Recreos Literarios y Biblio-Recreos en nuestra biblioteca...
Yo ya no estaré en los próximos cursos, pero sé que otras personas van a continuar con estas tareas y con nuevos proyectos y que un nuevo equipo directivo velará por ello. Y, sin duda, una vez pase la pandemia, la biblioteca del IES UNO volverá a llenarse de vida.
¡GRACIAS DE CORAZÓN A TODOS Y A TODAS!