jueves, 29 de noviembre de 2012

El poeta Caballero Bonald, Premio Cervantes 2012


José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1962) ha sido galardonado con el Premio Cervantes 2012, dotado con 125.000 euros. Este premio está considerado como el más importante de los que se conceden en los países de habla hispana.

De padre cubano y madre francesa, estudió Filosofía y Letras en Sevilla y es poeta, novelista y ensayista. Siempre ha sido un inconformista, contrario al pensamiento único. Él mismo se define como poeta “discontinuo e intermitente”, que en los últimos años ha recuperado las ganas de escribir.

Su primera obra, Las adivinaciones (1952) se incluye dentro de la generación poética del 50.
Manual de infractores es un grito de insumisión e inconformismo.
En 2009 publica La noche no tiene paredes, poemario de 103 poemas donde hace una reivindicación de la incertidumbre: “el que no tiene dudas, el que está seguro de todo, es la más parecido que hay a un imbécil.”
Entreguerras, publicado a principios de 2012, es un largo poema autobiográfico de casi tres mil versos, sin rima y sin signos de puntuación, excepto exclamaciones e interrogaciones.
Aquí tenéis uno de sus poemas y si quieres escuchar la voz del poeta recitándolo, entra en este enlace: Bonald recitando el poema

Entra la noche como un trueno...

Entra la noche como un trueno
por los rompientes de la vida,
recorre salas de hospitales,
habitaciones de prostíbulos,
templos, alcobas, celdas, chozas,
y en los rincones de la boca
entra también la noche.

Entra la noche como un bulto
de mar vacío y de caverna,
se va esparciendo por los bordes
del alcohol y del insomnio,
lame las manos del enfermo
y el corazón de los cautivos,
y en la blancura de las páginas
entra también la noche.

Entra la noche como un vértigo
por la ciudad desprevenida,
rasga las sábanas más tristes,
repta detrás de los cobardes,
ciega la cal y los cuchillos
y en el fragor de las palabras
entra también la noche.

Entra la noche como un grito
por el silencio de los muros,
propaga espantos y vigilias,
late en lo hondo de las piedras,
abre los últimos boquetes
entre los cuerpos que se aman,
y en el papel emborronado
entra también la noche.

No hay comentarios: