miércoles, 25 de junio de 2014

Fallece la escritora Ana María Matute

Hoy, 26 de junio de 2014, ha muerto a los 88 años la escritora Ana María Matute. Fue miembro de la Real Academia Española, Premio Planeta, Premio Nadal, Premio Cervantes 2010 y está considerada como una de las mejores escritoras de la posguerra española. 
Nació el 26 de julio de 1925 en Barcelona. A los cinco años ya recordaba haber escrito y relato y a los 17 escribió su primera novela Pequeño Teatro que sería publicada mucho más tarde. 
Demonios familiares es su última novela, aún no publicada, que saldrá a la venta en septiembre. 

Aquí os dejamos el inicio de su novela Paraíso Inhabitado. En ella, Adriana inventa un paraíso, un mundo imaginario que le sirve de refugio.

"Nací cuando mis padres ya no se querían. Cristina, mi hermana mayor, era por entonces una jovencita displicente, cuya sola mirada me hacía culpable de alguna misteriosa ofensa hacia su persona, que nunca conseguí descifrar. En cuanto a mis hermanos Jerónimo y Fabián, gemelos y llenos de acné, no me hacían el menor caso. De modo que los primeros años de mi vida fueron bastante solitarios.

Uno de mis recuerdos más lejanos se remonta a la noche en que vi correr al Unicornio que vivía enmarcado en la reproducción de un famoso tapiz. Con asombrosa nitidez, le vi echar a correr y desaparecer por un ángulo del marco, para reaparecer enseguida y retomar su lugar; hermoso, blanquísimo y enigmático.

Nunca supe por qué razón el Unicornio había intentado escapar del cuadro y durante mucho tiempo me intrigó, y aun me atemorizó un poco. Por aquellos días yo no debía de tener más de cinco años -quizá sólo cuatro-, pero ese recuerdo tiene un lugar relevante entre los primeros de mi vida. A veces, los recuerdos se parecen a algunos objetos, aparentemente inútiles, por los que se siente un confuso apego. Sin saber muy bien por qué razón, no nos decidimos a tirarlos y acaban amontonándose al fondo de ese cajón que evitamos abrir, como si allí fuéramos a encontrar alguna cosa que no se desea, o incluso se teme vagamente.

Más o menos por aquellos tiempos en que vi echar a correr al Unicornio, fui enterándome, poco a poco, de que había nacido a destiempo. La primera noticia concreta la tuve durante mis prolongadas escuchas bajo la mesa del cuarto de la plancha. Junto a la cocina y el antiguo cuarto de jugar -ahora convertido en cuarto de estudio, porque Jerónimo y Fabián estudiaban allí, y aparentemente ya nadie jugaba en aquella familia- eran mis espacios habituales."



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